Los piratas
El corredor solitario
Muchos años, cientos de kilómetros, casi infinitas zancadas desde la niñez, corriendo... Tippi - Tappa, Tippi - tappa ... zancadas en solitario.
Y es que a mí, que soy hombre de equipo, me metión el gusanillo del deporte el primero que me dijo cuando un día me puse un poco altanero, que me quedaba fuera del equipo. Iñaki, él no lo sabe, es la persona que más ha influido en mi vida. Puso en marcha una bomba de relojería llamada Bumbum que al final ha terminado siendo mi alter ego, el lado de mis pasiones desde donde fraguan y salen a borbotones mis emociones. Mi "mejor entrenador del mundo" consiguió que lo que era algo atractivo como el jugar al balonmano, se transformara en toda una vida viviendo la pasión por la actividad física y el deporte. Lo sé, el deporte de equipo, no es muy solitario pero allí es donde se fraguó un deportista incansable, perdon un tipo feliz en la vida, en el deporte
Con el paso de los años, la carrera, que de joven era el complemento para el entrenamiento de otros deportes, se convirtió en la actriz principal y casi estelar de mi vida más animal. ¡Si he dicho bien, animal, y mucho!
Correr solo parece que es el deporte del inadaptado que tiene que refugiarse en una actividad sencilla, que no requiera compañía y que además pueda hacerse en el anonimato. Puedo prometer y prometo que nada más lejos de la realidad. Hasta hace unos tres años, mis correrías por pistas, caminos y montañas, las realizaba en solitario muchas veces porque los horarios así lo exigían pero sobretodo porque además, por sendas y montañas corríamos cuatro. Bueno igual eramos cinco, pèro realmente nada que ver con lo que está ocurriendo en estos días.
Yo, corredor solitario, en la vida he sido abordado por problemas, como le ocurre a todo el mundo. Unos han sido leves rasguños que apenas te marcan pero otros han conseguido rasgarme el alma profundamente. La vida. Pero siempre he tenido a mano una pócima maravillosa llamada "correr", que me ha ayudado a tomar distancia. A desconectar, a relativizar, a empequeñecer los sustos del devenir vital, en resumen, a reirme de mi mismo... y encima corriendo!
En cinco minutos, el mayor de los tormentos, el más inmenso problema que me ponía la vida delante, se diluía como el terrón en el café cuando salía a correr. De cuantas locuras, problemas y pastillas me he librado gracias a este invento maravilloso. Gracias. Este nirvana entre zancada y zancada, siempre lo he alcanzado conversando conmigo mismo, en soledad, pensando, corriendo... Porque realmente cuando corres solo, lo más importante, es uno mismo. Es un acto de maravilloso egoismo, que te reconstruye, por dentro y por fuera. Pero que además beneficia a los de alrededor, por que a la vuelta, sin duda, eres más fuerte, eres mejor, te conoces, te has curado, has llorado, te has reido y estás más cerca de la felicidad.
¡Pero llegó el abordaje!
En esas estába Bumbum cuando la vida me dió la oportunidad de poder hacer algo que durante muchos kilómetros había estado soñando. Poder llevar mi placer por el movimiento en carrera a mi trabajo.... Bueno no es que quisiera realmente, jaja fué una mezcla de necesidad y de voluntad.
Toda una vida trabajando en el deporte en diferentes posiciones y con distintos resultados pero nunca había tenido la posibilidad de aplicar mi pasión en el día a día de forma directa, constante. Me había tocado utilizar la carrera como elemento instrumental para conseguir una mejora física determinada para un deportista de élite, para bajar la pripita de una clienta rechonchita pero ahora podía hacerlo de verdad...
Soñe al empezar con Fitclub con grupos de carrera de diferentes niveles y recorridos, clases de técnica de carrera, preparación física para corredores incluso organización de carreras y eventos relacionados con el mundo del running. La verdad, una obligación maravillosa. Dese hace tres años, soy un afortunado por partida doble, porque además de trabajar, puedo hacerlo en algo que me apasiona.
Sin embargo, esto me ha alejado necesariamente de ese corredor solitario que yo saboreaba cada semana unas cuantas veces, perdiéndome por caminos, inventando recorridos y pensando toda una vida. Y entonces.... LLEgaron ell@s....
El gran abordaje lo realizaron unos piratas que coincidieron en torno a un bajel corsario de bandera RUN19 y que sin duda ha cambiado mi vida. Ya no me acuerdo muchas veces de lo que he dejado atrás en mis correrías en solitario, de mis converaciones con Bumbum, de mis proyectos imposibles mientras me perdía por una cuesta imposible, que más dá, ahora ya lo tengo todo.
Un barco pirata
Se dice, que un barco, es la casa de un marino. Con su capitan, su capitán tuerto, su pirata cojo y un montón de personajes más que cada uno aporta su granito de arena. La coordinación o mejor, la descoordinación de todos esboza un lienzo irrepetible. Se meacaban las palabras yo para describir con justicia y ponderación lo que son los Run19. Pero puedo afirmar que nos une un sueño común que es el ser felices cada día mientras corremos entre amig@s.
Para conseguirlo cada uno tiene su rol, no quiero dar nombres, porque no hace falta. Pero tod@s podrán reconocerse en uno o en varios de los tesoros que encuentro cada día en esta tribu de loc@s y que necesito contar en este post. Quizás, me deje alguien o simplemente no se encuentre descrito en estas líneas pero os aseguro que todo el mundo que participa en RUN19 es necesario para que el barco navegue con la bravura que lo hace, porque tenemos como el bar de la esquina...
Tenemos pulpo
Tenemos chopitos
Tenemos capitan loco y soñador que nos hace a todos un poco mejores navegantes.
Tenemos armador que cada detalle cuida en nuestro bajel, para que nos sintamos orgullosos y nos acordemos siempre de este viaje vivido
Tenemos marineros solidarios que siempre están ahí para lo que haga falta
Tenemos sirenas piratas que además son las que más rápido surcan las mareas
Tenemos piratas y piratones que nos hacen sonreir cada salida
Tenemos un guardián del paraiso que nos lo custodia y mima para que sepamos que siempre está ahí
Tenemos guerreros que se pelean por que las batallas que libramos en cada salida acaben en victoria. la victoria de la sonrisa y del abrazo de la amistad
Tenemos un vigía que nos indica siempre la ruta adecuada, bueno ...
Tenemos lindas marineros y marineras esperándonos en puerto para recordarnos que también existe la tierra firme.
Tenemos bufones que nos hacen disfrutar en las tormentas y ciclones de nuestros viajes
y tantas y tantas cosas que llenarían el mar con mis lagrimas recordando todas estas experiencias.
Y sobretodo tenemos mares y ganas para navegar con grandes olas, y barco para surcarlas y se llama "Run19" y mientras los cuerpos aguanten, allí estaremos disfrutando cada salida, cada carrera, cada montaña, cada entreno y sobre todo cada oportunidad de seguir siendo un@s loc@s felices.